Si no quieren la prosa,
se lo diremos en verso.
Abanca rima con retranca.

Hemos notado aquí en Asca
que allá en las altas esferas
no hay manera de que entiendan
nuestra prosa más sincera.

Por eso este sindicato
en pro del entendimiento
iniciará ahora el diálogo
escrito, como ven, en verso:

Tenemos unos horarios,
que dicho muy finamente,
nos estrujan los ovarios
y no estamos para fletes.

Pedimos que se concilie,
nuestro tiempo de oficina
con el hecho de que existen,
madre, padre, niño o niña.

Queremos que no nos llamen,
cuando estamos de descanso,
que esperen a que curremos
para ponernos al tanto.

Nos gustaría además,
conocer si este verano,
podremos tomar un “kit-kat”
y lucir buen bronceado.

A los jefes que amenazan,
les exigimos con calma
que depongan su actitud
si no quieren marejada.

Y a los dueños que ignoran
los problemas de esta empresa,
imploramos que cumplan
lo firmado en nuestras mesas.

La respuesta, director,
no está flotando en el viento,
ni está en de Heaven´s Door
ni acaerrerá sufrimiento.

La respuesta la tiene delante,
enfrente de sus narices
es escuchar al currante
y comer todos perdices.