CONVENIO COLECTIVO:PRIMEROS SÍNTOMAS DE QUE EL CONVENIO VA A FIRMARSE Y ADEMÁS CON PÉRDIDAS.

El convocar movilizaciones de baja intensidad por los sindicatos de siempre pudiera considerarse un acto administrativo más, justo antes de una firma con importantes pérdidas para los empleados/as, simulando una presunta conflictividad laboral para justificar las pérdidas laborales que tienen pensado asumir.

La primera evidencia de que esto es así, es el haber firmado el pasado 19 de noviembre, “gratuitamente”, un nuevo acuerdo reduciendo la ultractividad 5 meses. La segunda, es la suspensión de la reunión de la Comisión Negociadora del Convenio Colectivo prevista para el 1 de diciembre (sólo se reunirá la ACARL), trasladándola al próximo día 10 de diciembre. Evidentemente esto nos deja un margen de 21 días, llenos de días festivos, con lo que el margen de reuniones se limita al máximo, que es donde la ACARL, con la complacencia de los sindicatos firmantes del acuerdo, nos quería llevar.

El escenario en el que se firmó el convenio 2010-2014, era completamente diferente al actual, en aquel entonces había 45 Cajas en una situación tremendamente difícil que hacía prever que muchas de ellas no aguantarían, como así ocurrió. Y en ese contexto, se firmó el Convenio que todavía mantenemos, asumiendo importantes pérdidas los empleados/as. El panorama actual es completamente distinto, puesto que las Entidades, una vez reestructuradas, han comenzado a dar beneficios.

Desde CIC no entenderíamos que esta vez no se alcanzase un equilibrio entre las partes a la hora de la nueva firma, porque los empleados/as hemos realizado un gran esfuerzo en la del Convenio anterior (CIC no lo firmó) y en los procesos de restructuración (ERES).

Nuestra opinión es que todos los sindicatos tenemos que mantener la firmeza en la Mesa de Negociación y resolver en ella lo que proceda, que para eso somos los representantes de los trabajadores/as, sin convocar movilizaciones que impliquen a unas plantillas que ya bastante tienen como para estar pendiente de escuchar a piquetes, tomar o no tomar parte en ellas, etc. Si a la primera de cambio la ACARL lleva a CCOO, CSICA y UGT a donde quiere, están perdiendo la poca autoridad moral frente a las plantillas que aún les quedaba. Es en la Mesa donde hay que demostrar la firmeza y en los Juzgados el sitio donde defender los escasos derechos que nos quedan.

Es evidente que CCOO, CSICA y UGT nos han excluido en las convocatorias de esas movilizaciones de baja intensidad. CIC no tuvo ningún problema a la hora de unirse en las anteriores movilizaciones “Por un Convenio SIN RECORTES”.  Sí que tendríamos problemas, sin embargo, a la hora de asistir a unas forzadas movilizaciones siendo conscientes de que van felices a pasar por el aro (previo acuerdo con la patronal) de asumir nuevos recortes y de que, ya lo vivimos, todo ese sufrimiento y movilización de tantas y tantos compañeros/as, tiene un final conocido por quienes convocan: una firma que suele coincidir, o acercarse, a la madrugada del último día en que se autoimponen un plazo acortado voluntariamente. Eso sí, echada a la heroica y porque “si no, oye, podría haber sido mucho peor”.

Y es que, como la vida, conviene señalar que, ese sindicalismo, es puro…