Durante muchos años, la crisis climática fue una advertencia, un SOS que lanzaban con éxito desigual las asociaciones y colectivos ecologistas. Hoy la crisis climática es una realidad que nos golpea cada día en forma de gotas frías, desastres naturales y efectos invernadero, enfermedades y contaminación.

Han sido, son, los más jóvenes de este planeta los que se han puesto a la cabeza de la lucha por el medio ambiente. Es lógico. Ellos son los que van a vivir ese futuro que, en estos momentos, no parece nada halagüeño.

Por ellos, por todas las personas e instituciones que trabajan, reivindican y pelean cada día por nuestro planeta, desde ASCA, nos adherimos, sin fisuras a esta lucha y a las iniciativas planteadas para el 27 de septiembre, día en el que se ha convocado la Huelga por el Clima.

 Al igual que los colectivos convocantes de la jornada pedimos que declare de manera inmediata la emergencia climática y se tomen las medidas concretas necesarias para reducir rápidamente a cero las emisiones netas de gases de efecto invernadero. Exigimos a los gobiernos que escuchen los planteamientos de este nuevo modelo socioecológico que no comprometa la supervivencia de la vida tal y como la conocemos. Los datos son contundentes y el tiempo juega en nuestra contra.

Asimismo, instamos a la ciudadanía de todas las edades, credos y condiciones a que se movilice y se sume a la convocatoria, difundiendo y participando en las acciones planteadas. Porque no podemos cambiar de planeta, pero sí de actitud.