Antes de que fuera una comedia de Lope de Vega, “Obras son amores, y no buenas razones” era un refrán. El dicho popular que defiende que el verdadero amor se demuestra con acciones y no, únicamente con palabras. En resumen: La máquina debe pitar y andar a la vez.

Porque está muy bien hablar de Igualdad, tenerla en cuenta, pero es aún mejor no quedarse en las palabras y ejecutar.

En ABANCA el Plan de Igualdad de Oportunidades (2016-2020) está vencido y prorrogado mientras no se apruebe el nuevo. Mientras se elabora el nuevo documento, se mantiene la semana adicional de permiso de paternidad. Una consecución que la plantilla de esta empresa consiguió gracias a ASCA, en el año 2017, ante la Audiencia Nacional. Desde nuestro sindicato consideramos esta victoria un paso importante dentro del Plan de Igualdad porque defendemos, y así nos consta no hace falta más que mirar alrededor, que cualquier avance en materia de conciliación familiar lo es también en igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.

Y claro, si creemos que la conciliación y la igualdad tienen que ir de la mano, no podemos de ninguna manera defender el modelo productivo de Abanca. Un sistema que cada día pone palos a la flexibilización en la organización del trabajo, suma mayor carga de trabajo por objetivos impuestos y provoca extensiones del horario, en muchos casos, sin registro.

Es irónico que se encargue a una consultora externa una Auditoría Retributiva, para dotarla de transparencia y objetividad, pero que en esas conclusiones no se vaya a hablar de horarios, de promoción profesional, de retribución y de conciliación. Porque los datos se pueden manejar de muchas maneras, pero con una única realidad.

Lo que nos hace iguales es ser por naturaleza libres. Proteger la libertad es proteger la igualdad. La equidad social y económica.