La guardería que tiene Afundación en el barrio lucense del Sagrado Corazón cerrará en septiembre. Así lo confirmaron ayer fuentes la entidad fundación Galicia Obra Social, que achacan la medida a «una serie de circunstancias» que hacen que el servicio no sea «rentable».

Treinta y siete años después de su construcción -data de 1978-, el edificio que alberga la escuela infantil, que hoy tiene 43 plazas, necesita una reforma importante. «Por espacio podría ofertar más, pero el edificio no está en condiciones y requeriría una inversión muy importante que no compensa hacer porque no hay garantías de que vaya a aumentar la demanda ni de que no vayan a expropiarlo».

En esa línea sostienen que Afundación ya no recibe dinero público (pero lo ha recibido de forma indirecta), por lo que solo impulsará iniciativas que sean rentables económicamente. Señalan que las aportaciones de las familias, que van de 200 a 300 euros al mes, solo cubren el 47% de los gastos de la guardería. También que ningún operador público ni privado se ha animado por ahora a hacerse cargo de la gestión.

Los padres afectados nos sentimos indignados con el cierre de la guardería de Sagrado Corazón decidido por la Afundación de Abanca. En la reunión con los representantes de dicha Fundación no nos han dado una razón real para el cierre tan apresurado de la guardería más allá de la amenaza de una expropiación de terrenos por parte del ayuntamiento para más allá del 2017, y que de momento no está clara.

Consideramos que la guardería es totalmente viable y que una mala gestión y falta de publicidad ha hecho que este último año, desde la irrupción de Abanca, descendiera la demanda.

Pretenden sobornar a los padres pagándonos la diferencia del coste de una guardería privada durante 10 meses, pero lo que nos preocupa son los perjuicios que supondría para nuestros hijos el cambio a otras guarderías que los padres consideramos que no reunirán las condiciones de la actual.

¿Dónde vamos a conseguir una plaza a estas alturas y que tenga horario flexible, cocina propia, patio amplio y donde podamos ver donde comen nuestros hijos? ¿Cómo puede ser que digan que una guardería no es viable y no tiene demanda cuando en Lugo faltan plazas para educación infantil? ¿Cómo pueden avisar a los padres en junio del cierre de la guardería para el próximo septiembre?

Los señores de Abanca se llenaron la boca prometiendo la «estabilidad y continuidad» de la obra social de Novagalicia y en un año la Fundación intenta desvincularse de los centros heredados. ¿Y qué hace el gobierno de la Xunta que no supervisa que se cumpla el acuerdo con el grupo venezolano al que malvendieron a precio de ganga las viejas cajas que acumulaban los beneficios de los ahorros y los esfuerzos de la mayoría de los gallegos?

Además están aprovechando que han pasado las elecciones locales. Tenemos un vacío de poder en el concello y no podemos presionar a los grupos políticos para dar una solución en los terrenos públicos del Sagrado Corazón.

¡Decimos no al desmantelamiento de la obra social de las antiguas cajas gallegas!