En la reunión mantenida ayer con nuestro Jefe de sucursales (reunión de 3 horas de duración,  de la cual nuestros hijos/as le están muy agradecidos/as por impulsar continuamente la conciliación familiar y velar por el cumplimiento de los horarios); si bien  nos ha sorprendido el siguiente comentario (entre otros):

Agradece la asistencia a los compañeros/as pese a las presiones sindicales.

Dada esta afirmación, y dado que debió de perderse este capítulo de barrio sésamo,  queremos explicarle una pequeña gran diferencia ;

No existe presión sindical y Sí! información sindical, que es muy distinto y es nuestro deber.

  • Presión es la que ejercen con determinados comentarios, amenazas,…
  • Presión es la preocupación constante por alcanzar los objetivos trazados.
  • Presión es conseguir los resultados esperados.
  • Presión es sobrepasar la capacidad y volumen de las personas, llevándolas al desgaste e incluso a la explosión.
  • Presión es pan para hoy y hambre para mañana.
  • Presión es falta de sentido común y falta total de capacidad de quien la ejerce.
  • Presión es lo que hago porque no sé hacer otra cosa para conseguir mis fines….

y Sí! existe una presión laboral, que causa estrés,  comprometiendo el desempeño y las relaciones interpersonales.

La presión (muy aplicada en nuestra entidad) hace padecer altos niveles de estrés llegando a encontrarse en una complicada situación, en la que desconectarse del trabajo resulta insuficiente para aligerar esa sensación de poseer una pesada carga sobre los hombros.

Y es que el cerebro (que lo tenemos, aunque no se lo crea) no descansa, la persona piensa en los dilemas una y otra vez. Señal evidente de que sufre de una profunda tensión.

Formularos las siguientes preguntas: ¿Me voy a casa por la noche agotado y ansioso? , ¿Me preocupo sin parar? , ¿Es el sueño un recuerdo lejano? , ¿Estoy irritable y soy duro con mi familia? Si acabas de responder afirmativamente, no ignores ni desestimes lo que estás sintiendo. Es hora de actuar rápidamente y protegerse.