El juzgado de lo Social número 1 de Lugo da la razón, por primera vez, a un empleado de Abanca por el cambio de una jornada y la supresión del horario singular, una decisión que impuso la empresa de manera unilateral y sin justificar. La sentencia, sin posibilidad de recurso, obliga a la empresa a devolverle al trabajador las condiciones de trabajo que tenía previas al pacto laboral de diciembre de 2014.

La decisión de la empresa vulneró flagrantemente el punto 1 de dicho pacto: «Medidas de modificación sustancial de las condiciones de trabajo para la mejora de la productividad y la competitividad como consecuencia de una mejor organización de recursos». En este punto se especificaba que de los cambios de horario (a aplicar a partir del 12 de enero de 2015) quedaban «excluidos los directores y gerentes de oficinas y servicios centrales así como los empleados que tuvieran jornadas singulares y horarios especiales establecidos». Sin embargo, Abanca incumplió el acuerdo y obligó a todos los trabajadores/as sin distinción a cambiar sus horarios que, en el caso de las jornadas y horarios especiales, supone trabajar aproximadamente 200 horas más al año.

El sindicato Asca, al que pertenece el trabajador, se congratula por esta decisión judicial que «reconoce la vulneración de derechos adquiridos por los trabajadores» y asegura que «continuaremos luchando para evitar que muchos otros compañeros/as sufran estas agresiones al código ético de la entidad que en uno de sus artículos defiende la conciliación de la vida laboral y familiar».

En Asca recuerdan que «el código ético es de obligado cumplimiento para todo el personal, incluidas las jefaturas de zona». «Nuestra obligación es velar por el cumplimiento de la jornada laboral y el horario», apuntan los responsables del sindicato.