La aplicación de ese Acuerdo no sólo no nos gusta, además, nos genera muchas dudas. Y nos llama la atención sobre manera que el resto de los componentes de la mesa no las vea. Claro que así pasa lo que pasa después.
La sabiduría popular sabe desde hace muchos años que “de una boda sale otra boda”. Y aquí estamos, ante el segundo casamiento surgido del “feliz” matrimonio a cuatro que se firmó el 26 de diciembre de 2014 entre tres sindicatos y la empresa. Ya lo advertimos en otro comunicado, el Amor en tiempo de virus se dispara…
Tras este casorio en segundas nupcias, y tras la resaca de la Noche de Bodas, aparecen las preguntas:
Para los que extinguen el contrato con Prejubilaciones:
Para el resto:
Y a pesar de que la experiencia es un grado y que, al ser la segunda, deberíamos haber aprendido. Lo cierto es que en esta “boda” la novia (la parte social) se muestra débil e incapaz de dar seguridad a los trabajadores frente al novio (la parte empresarial) que saca pecho y rendimiento a sus pretensiones. En fin.
Y mientras, en el mundo real, los compañeros de la red de oficinas siguen exponiéndose al contagio de la enfermedad (cada día conocemos nuevos casos). Siguen atendiendo al público mientras les cargan en las agendas comerciales las llamadas semanales. Porque la salud puede perderse, pero el negocio, uy, eso es pecado. UNA VERGÜENZA. El Departamento Comercial sigue haciendo de las suyas. Pero de esto ya seguiremos hablando.