No nos vamos a andar con rodeos. Los argumentos que usa la empresa para justificar la movilidad geográfica y el cambio de horarios no nos gustan. Por eso, Asca ha presentado un informe desfavorable y, además, a diferencia del resto de sindicatos que no han querido exponerlo ni adjuntarlo al acta, lo hemos hecho público. Que cada uno saque sus propias conclusiones

La aplicación de ese Acuerdo no sólo no nos gusta, además, nos genera muchas dudas. Y nos llama la atención sobre manera que el resto de los componentes de la mesa no las vea. Claro que así pasa lo que pasa después.

La sabiduría popular sabe desde hace muchos años que “de una boda sale otra boda”. Y aquí estamos, ante el segundo casamiento surgido del “feliz” matrimonio a cuatro que se firmó el 26 de diciembre de 2014 entre tres sindicatos y la empresa. Ya lo advertimos en otro comunicado, el Amor en tiempo de virus se dispara…

Tras este casorio en segundas nupcias, y tras la resaca de la Noche de Bodas, aparecen las preguntas:

Para los que extinguen el contrato con Prejubilaciones:

¿Cómo va a afectar el tratamiento fiscal del reembolso del Convenio Especial con la Seguridad social?
¿Quiénes serán los elegidos?
¿Qué criterios seguirán?
¿Será suficiente el porcentaje de aplicación que permita llegar a fin de mes?
Incertidumbre en el importe de cobro de la pensión futura y en la edad a la que se pueda jubilar.

Para el resto:

¿la cuantía de pago en caso de traslado, cubrirá los gastos de desplazamientos?
A quien tenga que trasladarse lejos, ¿divido a la familia o pido la cuenta?
¿Para cuánto tiempo llega la indemnización?
¿Qué criterio seguirán para elegir a los 550 afortunados en horario flexible?
¿Cuántas horas harán falta para satisfacer a los jefes con el horario flexible y su contabilización?
¿Si no quiero el traslado ni quiero irme?

Y a pesar de que la experiencia es un grado y que, al ser la segunda, deberíamos haber aprendido. Lo cierto es que en esta “boda” la novia (la parte social) se muestra débil e incapaz de dar seguridad a los trabajadores frente al novio (la parte empresarial) que saca pecho y rendimiento a sus pretensiones.  En fin.

Y mientras, en el mundo real, los compañeros de la red de oficinas siguen exponiéndose al contagio de la enfermedad (cada día conocemos nuevos casos). Siguen atendiendo al público mientras les cargan en las agendas comerciales las llamadas semanales. Porque la salud puede perderse, pero el negocio, uy, eso es pecado. UNA VERGÜENZA. El Departamento Comercial sigue haciendo de las suyas. Pero de esto ya seguiremos hablando.