Durante estas últimas semanas nos habéis trasladado continuamente los objetivos fijados para las oficinas/personal.

El SENTIR COMUN Y GENERAL, es que se trata de unos objetivos poco realistas y extremadamente injustos; suelen fijar unas metas muy ambiciosos e inalcanzables para el grupo, también es poco realista a lo que se refiere para que el trabajo funcione, el equipo funcione y la maquinaria ruede por sí misma, es decir, que nos una en vez de enfrentarnos.

Aparte de la desmotivación que genera ya de salida, las discrepancias  con los Jefes/as de Sucursales y Territoriales ya son más que evidentes.

Los Territoriales , en su mayoría tienen una «sed de poder», que ya han aplacado nombrándolos Consejeros/as Delegados/as. En su mayoría no busca el beneficio para el colectivo /entidad, sino para sí o para sus propios intereses, con la colaboración en su tarea de los Jefes/as de sucursales.

Ningún responsable en esta organización es capaz de reconocer sus errores, subsanarlos y motivar al personal.

UN SIN SENTIR COMUN, donde se muestran mordaces, implacables e insensibles a los daños emocionales que están provocando y dañan el valor más preciado que tiene esta entidad y que ha demostrado fehacientemente su valía en los últimos años, EL PERSONAL.

Da que pensar, que estos objetivos sean para justificar despidos