Tras haber estado escuchando la opinión de nuestros compañeros en relación a las medidas que quiere tomar la empresa y que nos ha estado comunicando en estas primeras reuniones informales, y haber consultado a nuestros letrados, tras deliberar largo y tendido, desde ASCA hemos tomado una posición respecto al calendario de negociaciones en el que nos encontramos, solicitando a la Empresa y al resto de Sindicatos la paralización de las mismas (tal y como hemos solicitado desde la segunda reunión informal) , por los siguientes motivos que pasamos a exponer:
1.- Nos encontramos en una situación totalmente excepcional, en un Estado de Alarma decretado desde el pasado 14 de marzo por una Pandemia Mundial que se ha cobrado en nuestro país más de 16.000 fallecidos y más de 166.000 contagiados por COVID19.
Nuestra prioridad, como Sindicato y como trabajadores en estos momentos pasa por la defensa de la Salud y la Seguridad de todos nosotros, preservando no solamente nuestras vidas, sino las de nuestras familias. Todos nuestros esfuerzos deben ir encaminados a ello, no solamente fiscalizando que en nuestra Entidad se cumple la normativa de Prevención de Riesgos, sino también poniéndonos al servicio de la misma para colaborar en ello mano a mano, estando accesibles a toda la plantilla para resolver cualquier incidencia o duda, en un momento en el que los movimientos están limitados.
Por ello, no podemos, ni mucho menos debemos, reunirnos presencialmente, y un tema como este no puede ser debatido a distancia. Pero es que aún a distancia, un mínimo de espacio hay que compartir en estas reuniones, con el riesgo que ello conlleva, y sabiendo que ya hay compañeros que están contagiados. No es esta una actividad esencial, y por ello debería ser suspendida.
2.- En este momento, en el que reiteramos corremos todos peligro, los trabajadores estamos cumpliendo nuestro cometido de la forma en que la Entidad ha ido señalando a cada uno, a pesar de que nuestra mente está junto a los que sufren, e inmersa en el miedo y la preocupación por contagiarnos y contagiar a otros, especialmente a nuestro mayores, que vemos como mueren sólos sin poder remediarlo.
Entendemos que esto hace imposible que nos sentemos a negociar con la Empresa unas medidas que no son urgentes ni imprescindibles para el momento que atravesamos, pues como decimos nuestra mente tiene otras prioridades, y así mismo sucede con todos los compañeros.
Para muchos de ellos esta negociación supone el fin de su vida laboral, su horario o su movilidad geográfica, temas harto importantes a los que tendrán que enfrentarse cuando salgamos de esto, y no podemos pedirles que además de estar preocupados por su seguridad y la de los suyos, lo estén por esto. No, no es el momento de preocuparse por otra cosa que por la pandemia que estamos viviendo, y de seguir adelante la negociación, ésta estará marcada por el momento actual, lo cual la condiciona peligrosamente. Es necesario aplazarla y retomarla cuando el peligro pase, cuando estemos a salvo y nuestra mente funcione al 100%.
3.- Trabajamos en una entidad que en los últimos años está generando una imagen espectacular, con numerosas muestras de colaboración social a todos los niveles, con principios éticos y valores muy elevados, y al mismo tiempo generando beneficios recurrentes año tras año.
Por ello creemos que no sería ético negociar en este momento. Ahora mismo miles de familias se encuentran inmersas en ERTES, miles de familias han perdido al único miembro que las sustentaba y no pueden enterrar a sus muertos, miles de niños tienen que ser alimentados por los Servicios Sociales, ¿de verdad pretendemos sentarnos a negociar prejubilaciones? ¿cómo se va a ver eso desde la perspectiva de los miles que no han cobrado nada desde el pasado mes de marzo? En una Entidad con beneficios además. ¿Cómo lo vamos a explicar?.
Esta Entidad, en este momento, tiene capacidad para soportar una disminución de beneficios o incluso pérdidas durante un tiempo, al igual que lo están haciendo miles de familias en sus casas, donde permanecen encerrados sin cobrar a la espera del final del Estado de Alarma.
Desde nuestro punto de vista no podemos explicar a nuestros compañeros con argumentos lógicos que esta empresa no tiene capacidad para posponer esta negociación en estos momentos de tanta incertidumbre y que pueden provocar tantos cambios en las prioridades y pensamientos futuros de las personas, pues lo que hoy puede ser bueno no sabemos si en unos meses seguirá siéndolo, y no se puede obligar a acelerar decisiones en este entorno social, es absolutamente irresponsable por nuestra parte como Sindicatos.
Por todo ello, no entendemos las prisas cuando en el sector se lleva demorando más de un año un Convenio que debería ser lo que nos marcará las líneas de actuación y cuando, muy probablemente, después de esta crisis se nos planteará que es necesario tomar medidas de reducción de empleo. Si esto es así, y nos tememos que lo será, es imprescindible pactarlas con la cabeza fría y una situación mental estable, reunidos con tiempo y de modo presencial para discutir temas tan importantes del futuro de personas y compañeros que tras esta crisis querrán replantearse muchas cosas, y lo mejor será planteárselas de forma voluntaria, con predisposición, a fin de que la empresa quede dimensionada correctamente tras esta crisis totalmente nueva a nivel mundial.
Repetimos, sentimos plantearlo en este momento, pero hemos debatido y consultado muchísimo antes de hacerlo, y lo hacemos en esta sexta reunión informal para no perder más tiempo, requiriendo una respuesta a la misma y quedando la presente recogida en acta al igual que la respuesta de la empresa y de cada uno de los sindicatos.